Hay algo inspirador en estar rodeado de caballos. Puedes simplemente mirar un caballo y sentir asombro y amor. Puede ser su tamaño, sus hermosos ojos grandes o la forma en que se mantienen tan orgullosos y fuertes sobre sus cuatro patas. Estar rodeado de un caballo puede hacerte sentir a gusto.
Los caballos son motivadores. Cuando estás cerca de un caballo, hay algo que te hace querer ser una mejor persona. Te hacen querer esforzarte más, ya sea en el ruedo o en el establo. Una vez que sientes el poder de estar en presencia de estas increíbles criaturas, es difícil imaginar tu vida sin ellas.
Ser dueño de un caballo es una forma de vida. Es muy diferente a tener un perro o un gato (que también son geniales, no me malinterpreten). Cuando tienes caballos, estos se convierten en parte de tu vida cotidiana: quién eres, adónde vas, qué pasatiempos practicas, qué ropa usas y a qué organizaciones perteneces. Tu vida rápidamente se convierte en la de dueño de un caballo.
Los caballos te hacen sentir libre. Montar a caballo y comprender verdaderamente a estas poderosas criaturas te hace sentir una sensación de libertad. ¿No te sientes libre cuando estás sentado en un caballo y sientes su espalda balanceándose bajo la silla? La forma en que tus piernas se sienten firmes a lo largo de su caja torácica. La forma en que te sientes al entrar al ruedo con tu mejor amigo allí contigo. ¡Es simplemente asombroso y emocionante!
¡Y estas son sólo algunas razones para amar a los caballos!
Cuéntanos por qué amas a los caballos en los comentarios a continuación. Nos encantaría saber tu opinión.