Whoa One Minute, Let’s Think First

¡Un minuto! Pensemos primero

La semana pasada recogí a mi hija del colegio con los caballos a cuestas. Es una gran emoción para una niña de ocho años, estaba muy emocionada. Nos dirigimos a la feria local para practicar sus habilidades de equitación. Al poco rato, aparecieron otros remolques. Había madres con niños que venían a montar a caballo y a pasar un buen rato. Mientras observaba los acontecimientos que se desarrollaban, se me ocurrió que no todo el mundo es consciente de las normas básicas de seguridad en relación con los caballos. Todos podemos salirnos con la nuestra con algunos malos hábitos, hasta que un día se nos acaba la suerte. Había una niña de seis años que iba sin casco y llevaba zapatillas de deporte con calcetines hasta los tobillos. Un chico adolescente entró en la pista. No iba a cerrar ni pasar el pestillo de la puerta hasta que se lo pedí dos veces. Había una instructora dando una lección en inglés, con métodos que nunca había visto antes. Tenía a una jinete novata que iba muy rápido en los saltos, sin recolección ni clasificación. Efectivamente, justo antes de irnos, la chica que estaba recibiendo la lección se cayó del caballo mientras volaba por los saltos. Mientras se desmontaba inesperadamente, se agarró de las riendas. Esto atrajo al caballo hacia ella y le pisó la mano. Estas observaciones y hábitos me recordaron que todos debemos tener en cuenta el protocolo de seguridad y aplicarlo sin indulgencia. La mayoría de los accidentes ocurren cuando alguien no sabe lo suficiente sobre caballos y seguridad, no piensa o se descuida en cuanto a las prácticas de seguridad. Montar a caballo es tan seguro como uno lo haga posible. Las consecuencias de usar zapatillas de tenis pueden ser que un pie se salga del estribo y sea arrastrado. La falta de protección para los tobillos puede, como mínimo, causar heridas abiertas y, si se está en el suelo, que te pisen con zapatillas de tenis puede provocarte aplastamientos en los dedos, lesiones en los tobillos o daños en el tendón de Aquiles. Dejar una puerta abierta cuando hay jinetes en la pista es una receta para el desastre. Si ocurre algún incidente imprevisto, un caballo podría salir corriendo de la pista y posiblemente arrastrar o herir aún más a un jinete, o podría salir corriendo hacia el tráfico, resbalarse en el pavimento o causar estragos fuera de la pista. Algunos adultos y padres no creen que sea necesario llevar casco mientras se monta a caballo. Después de todo, no usamos casco cuando éramos niños, ¿no? Llevar casco es una buena opción. Los caballos son animales grandes y poderosos que se mueven rápidamente y, a veces, de forma inesperada. A menudo montamos con objetos que pueden causar lesiones en la cabeza, como paneles de acero, rocas, troncos, suelo duro y postes de vallas. Proteger la cabeza debería ser una prioridad. ¡Los cascos son una obviedad! ¿Entiendes el juego de palabras? Sin casco, no hay protección para el cerebro. Algunos recordatorios básicos del protocolo de seguridad: Mete la camisa por dentro. La moda occidental tradicional consistía en llevar una camisa con broches, metida por dentro con un cinturón. No era solo para verse bien. Cuando un caballo se asusta, se encabrita o un jinete empieza a soltarse, una camisa desabrochada o cualquier prenda sin botones ni broches puede engancharse en el cuerno de la silla de montar. Las camisas tipo jersey y las chaquetas con cremallera son especialmente malas. Un jinete puede quedarse atascado en un caballo y lesionarse en la silla de montar o en la ropa que se engancha durante el desmontaje, por lo que se queda enganchado. Esto le pasó a una chica que conozco hace poco. Tenía la chaqueta desabrochada pero, cuando se desmontó, el bolsillo interior se enganchó en el cuerno. También tenía una amiga que se ató la chaqueta impermeable a la cintura. Iba a caballo sobre asfalto. El caballo empezó a corcovear y el abrigo se enganchó en él. Cuando finalmente la soltaron, no solo aterrizó con fuerza en el asfalto, sino que sufrió heridas por el corcoveo. Utilice siempre botas que cubran el tobillo. ¿Alguna vez se ha golpeado el tobillo con el borde de una silla? ¿Alguna vez alguien le ha pisado el talón mientras caminaba? Imagine que una herradura de acero le golpea en cualquiera de esos lugares. Tener botas sólidas que cubran esa zona puede ser la diferencia entre un moretón y una factura del hospital. Nunca dejes una puerta abierta cuando haya jinetes en la arena. Pueden pasar cosas. Un caballo se asusta, un jinete pierde el equilibrio, un caballo patea a otro. Pase lo que pase, si todas las puertas están cerradas, el caos se quedará en una zona controlada dentro de la arena. Por último, no te pongas en cuclillas con las espuelas puestas. ¡Gracias por leer! ¡Felices rutas desde el suroeste de Colorado!

Imágenes: (destacado) Montar a caballo con zapatillas de tenis y calcetines cortos crea la posibilidad de sufrir lesiones graves. (imagen incrustada) Montar a caballo con un abrigo atado alrededor de la cintura en una silla de montar occidental puede tener un mal final si el abrigo se engancha alrededor del cuerno.

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