Cojera en caballos: síntomas, detección y recuperación
La cojera es una causa muy común de pérdida de uso en los caballos. Un caballo cojo no quiere o no puede pararse o moverse con normalidad. Puede deberse a problemas en los huesos, músculos, nervios, tendones, ligamentos, cerebro, circulación o metabolismo del caballo. Es de esperar que no estés experimentando ninguno de estos problemas, pero si es así, sigue leyendo.
Las causas más comunes de cojera son las lesiones, los problemas metabólicos y el entorno del establo. El problema con la cojera es que puede deberse a un problema que se extiende desde el pie hasta la espalda.
Es importante observar a los caballos todos los días para detectar problemas sutiles. Por ejemplo, algunos caballos descansan la pata trasera a menudo y otros muy pocas veces. ¿Ha cambiado este hábito en tu caballo? O tal vez tu caballo prefiera pararse en una pendiente o en un lugar con estiércol blando, lo que podría indicar un problema de laminitis en el casco. Muchos problemas de cojera se pueden identificar trotando a tu caballo con la mano, inmediatamente.
Síntomas
Existen muchos síntomas de cojera que pueden aparecer de forma gradual o repentina. Algunos signos son evidentes y otros no. Algunos indicios generales incluyen un caballo menos activo, arrastrar los dedos de los pies, estar de pie sin equilibrio, mantener una pata levantada y balancear la cabeza. Muchos problemas de cojera en los caballos se producen en la pata. Lo más probable es que el caballo haga algo fuera de lo normal para indicar que algo no va bien.
A veces, incluso el propietario de caballos más experimentado no se da cuenta de que su caballo tiene problemas. La detección temprana puede ayudar a que su caballo se recupere rápidamente. Considere la posibilidad de realizarle un examen anual de cojera a su caballo.
Descubrimiento y recuperación
La recuperación y la curación pueden requerir ejercicio limitado, trabajo quiropráctico, cambios en la alimentación o vendajes de soporte. Algunas cojeras pueden incluso requerir ejercicios manuales para caminar y trotar. Nunca se sabe cuánto tiempo le llevará a su caballo recuperarse, pero después de notar un problema y que el veterinario vea a su caballo, comienza la fase de descubrimiento y recuperación. Su veterinario le hará una serie de preguntas para intentar comprender cómo o cuándo ocurrió el problema. El proceso de diagnóstico puede ser difícil, especialmente si el problema es interno. ¿Hay una infección? ¿Hubo una lesión? ¿Qué tan grave es el daño real? ¿Cuánto tiempo ha estado ocurriendo? Todas estas son preguntas importantes que usted y el veterinario intentarán responder.
Son muchos los desafíos que un propietario debe afrontar al abordar los problemas de cojera de su caballo. Si tiene un caballo cojo o ha experimentado esto una o dos veces, sabe que puede ser difícil de superar. ¡Nadie quiere ver a su caballo así! No se desanime. No está solo.
¿Tienes algún consejo o sugerencia para alguien que tenga un caballo cojo? Compártelo en los comentarios a continuación.
Mi consejo: Dé a sus caballos mucho espacio para moverse. Esto favorece la circulación en todo el cuerpo y mantiene los tendones, ligamentos y músculos tonificados. Un caballo que se mantiene en un corral pequeño y luego se le deja correr libremente tiene muchas posibilidades de lesionarse. Además, asegúrese de que su caballo pueda caminar sobre superficies variadas. Los caballos que se mantienen en un corral profundo pueden desarrollar plantas sensibles y es posible que no reciban la estimulación de la ranilla y la planta del pie necesaria para un flujo sanguíneo adecuado en los cascos.
*Imágenes cortesía de Pinterest.