Causas
Existen muchas causas de cojera en los caballos. En general, existen dos tipos diferentes de causas: primarias y secundarias. Las causas primarias son aquellas que provocan directamente la cojera en un caballo. Algunos ejemplos de causas primarias son:
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- Daño de tejidos blandos
- Artritis
- Abscesos
- Laminitis
- Inflamación de tejidos blandos
Detección de cojera
Hay muchas cosas que puedes buscar cuando intentas detectar la cojera en un caballo. La detección temprana puede ser difícil. Una vez que comiences a notar que tu caballo actúa cojeando, siempre es mejor contactar a un veterinario de inmediato. Cuando un caballo comienza a cojear, el primer lugar donde puedes sentirlo es cuando lo montas. Puede que aún no sea visible desde el suelo, pero a menudo puedes sentir una diferencia en el movimiento de tu caballo mientras lo montas. También puedes comenzar a notar cambios en la actitud de tu caballo si no se siente al 100%. Su rendimiento puede disminuir o puede ser más difícil trabajar con él. En casos graves, los caballos pueden incluso negarse a soportar peso.
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Al comprar un caballo, siempre es inteligente tener todo en orden y buscar posibles señales de que se estén desarrollando problemas. Le recomendamos que haga que un veterinario realice un examen previo a la compra a cualquier caballo que esté pensando en comprar. Los exámenes previos a la compra implican que un veterinario evalúe al caballo para detectar cojeras o problemas de confirmación. También comprobará la salud general del caballo durante el examen. También puede verificar el historial de la raza que está comprando. Diferentes tipos de cojera son más comunes en diferentes razas de caballos.
Una vez que la cojera ha comenzado a manifestarse, siempre es importante ponerse en contacto con el veterinario. Hay un par de pruebas diferentes que el veterinario puede realizar para detectar la causa. A menudo, comenzarán con un examen físico del caballo. En el examen físico, buscarán lo siguiente:
- Cualquier parte del cuerpo que esté dolorida y que pueda ser una causa secundaria de cojera.
- Cualquier parte del cuerpo que esté hinchada, caliente o dolorida.
- Reacciones dolorosas a la presión sobre los cascos
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Los dos exámenes mencionados anteriormente pueden brindarle a su veterinario suficiente información para planificar el tratamiento sin necesidad de realizar más pruebas. De lo contrario, existen algunas cosas más que su veterinario puede probar para detectar la causa de la cojera en un caballo. Se pueden administrar bloqueos nerviosos o articulares (anestésicos) en el casco para provocar adormecimiento en una zona determinada. Una vez que la zona en cuestión esté adormecida, se le realizará otro examen del movimiento al caballo para ver si la zona adormecida es la que está causando la cojera.
Una vez que se ha detectado la fuente, se pueden utilizar técnicas de imagen para realizar un diagnóstico más detallado. Las radiografías, las ecografías, las gammagrafías óseas (gammagrafía nuclear), las tomografías computarizadas o las resonancias magnéticas son formas de obtener información diagnóstica. Se utilizan para observar los huesos, los tejidos blandos, los tendones y los ligamentos. Si bien son costosas, pueden ser útiles para determinar la causa y prescribir un tratamiento para la cojera grave o crónica.
Tratos
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Una vez que se haya identificado correctamente la fuente, su veterinario puede recomendar un plan de tratamiento. Los tratamientos varían según los factores que provocan la cojera de su caballo. Algunos tratamientos estándar comunes son las inyecciones, los antiinflamatorios y, según la gravedad, la cirugía. Las inyecciones y los antiinflamatorios se centran en reducir la cantidad de inflamación. Otra opción es el herrado especializado. Su veterinario y su herrador pueden trabajar juntos para crear un plan de herrado que ayude a su caballo a evitar que vuelva a cojear. Aunque no hay nada que podamos hacer para evitar por completo que se produzca la cojera, también ayuda asegurarse de que reciba una buena nutrición. Un buen suplemento preventivo para las articulaciones o para los cascos puede ayudar a reducir las probabilidades de que su caballo cojee.